Incontinencias
Es la fuga involuntaria de la orina. Este trastorno impacta negativamente en la calidad de vida de las pacientes, a nivel físico y psicológico. Si bien es mucho más frecuente en mujeres en edad adulta, también puede aparecer en mujeres jóvenes.
- Incontinencia urinaria: Las clases más frecuentes de incontinencia urinaria son:
- 1. DE ESFUERZO – Que es la que aparece al aumentar la presión intra-abdominal ante la tos, el estornudo,la risa, o ciertos movimientos/esfuerzos físicos.
- 2. DE URGENCIA – Cuando la necesidad de orinar es excesivamente imperiosa.
DIAGNÓSTICO
Una historia clínica completa es esencial para conocer el tipo de incontinencia. Existen cuestionarios para realizar una correcta valoración de la incontinencia urinaria.Será necesaria una exploración física completa, ecografía e incluso puede ser aconsejable un estudio urodinámico para valorar el funcionamiento vesical.
- Incontinencia Anal: Complicaciones en el control de la defecación. Las heces se filtran fuera del recto de manera involuntaria. Esta incontinencia también es más frecuente en mujeres, sobre todo en mujeres en edad adulta.
- Incontinencia Mixta: Es la combinación de ambos tipos de incontinencia. La paciente puede sufrir de pérdida de control intestinal además de micción involuntaria. Las ganas de orinar son repentinas y urgentes, así como las de defecar. Como se explicó anteriormente, esto tiene que ver con el debilitamiento y /o lesión en la musculatura del suelo pélvico.
Se ofrece también tratamiento de prolapsos: Los grados más leves de esta afección pueden rehabilitarse con ejercicios para el fortalecimiento del suelo pélvico y un plan, a medida de cada paciente, para corregir hábitos en la dieta (por ejemplo en contra del estreñimiento) y rutina de ejercicios que puedan mejorar la calidad de vida de las pacientes en éste área.
Tipos de prolapso:
- Prolapso genital
- Prolapso uterino
- Colpoceles
- Prolapso rectal
- Cistoceles
- Prolapso uretral
- Rectocele
- Enterocele / sigmoidocele
- Intususcepsion rectoanal
Los casos más graves de prolapso, usualmente necesitan cirugía. En algunos casos la cirugía implica extirpar el órgano afectado y en otras, corregir su posición. Se debe consultar de inmediato al especialista si se percibe peso o molestia continua en la zona pélvica.