Es algo totalmente normal que te preguntes qué es neoplasia, ya que es un término muy poco utilizado. Se trata del crecimiento anormal de tejidos, a causa de una mutación celular.
La neoplasia se da cuando las células empiezan a dividirse rápidamente y generan un tejido anormal. Éste sigue creciendo incluso una vez detenido el estímulo de crecimiento inicial.
Esto crea una masa de tejido diferente al resto, que puede ser benigno o maligno.
El cuerpo humano lo forman millones de células, reguladas por su propio ADN. Durante la etapa de crecimiento, las células se dividen a gran velocidad. Pero con la madurez, dejan de dividirse, y lo hacen únicamente para sustituir otras células o reparar las dañadas.
Para entender qué es neoplasia, hay que imaginar estas células de una persona adulta, multiplicándose demasiado rápido y sin coordinación con el tejido cercano. Si este crecimiento continúa puede formar un abultamiento o tumor, que es lo que llamamos neoplasia. Este tumor puede ser benigno, precanceroso o maligno.
Qué es neoplasia: tipos
Existen varios tipos de neoplasia:
Neoplasia benigna
Se trata de tumores benignos, que son la clase menos peligrosa de neoplasia. Se localizan habitualmente en una sola zona del cuerpo. Algunos ejemplos de neoplasias benignas serían los fibromas del útero o los lunares en la piel.
Neoplasia premaligna
Los tumores premalignos son los que potencialmente podrían llegar a ser malignos y convertirse en cáncer. Un ejemplo de neoplasia premaligna sería el carcinoma in situ.
Neoplasia maligna
La neoplasia maligna es un tumor maligno, parasitario, que se extiende a gran velocidad y destruye las células y los tejidos de alrededor. Forma parte de lo que, de forma más genérica, se conoce como cáncer.
Sintomatología de la neoplasia maligna
Las neoplasias malignas conforman diferentes enfermedades que pueden darse en distintas zonas del cuerpo. Según la dolencia, requerirá un tratamiento u otro. Eventualmente, si la neoplasia maligna se propaga a diferentes órganos, se puede dar la metástasis.
Existen 4 tipos de neoplasmas malignos que pueden derivar en enfermedad neoplásica. Vamos a verlos a continuación, así como los síntomas que pueden provocar:
1.Linfoma
El linfoma es la neoplasia de los tejidos del linfa, que se manifiesta a través de masas en zonas de las ingles, la axila o el cuello.
Esas masas no provocan dolor, pero sí normalmente el linfoma causará episodios de fiebre. El enfermo también puede experimentar excesivo sudor por la noche y prurito en todo el cuerpo. Otro de los síntomas comunes es la pérdida de apetito y de peso, y la debilidad. La neoplasia puede causar también disnea, a causa de la obstrucción. Al crecer, puede bloquear el flujo sanguíneo y generar edemas en la cara y el cuello.
2.Carcinoma
El carcinoma es un tipo de neoplasia de los tejidos epiteliales. Los síntomas son manchas de tonos rojizos en la piel del brazo, pierna, pecho y hombro. Estas manchas son debidas a una irritación de la piel, y pueden provocar picazón.
3.Leucemia
La leucemia es un trastorno neoplásico que afecta al plasma sanguíneo. Algunos síntomas de la leucemia son infecciones, fiebres, cansancio y debilidad, y pérdida importante de peso. También se pueden dar molestias en el abdomen, hematomas, sangrados. Los médicos pueden detectar además un aumento de volumen de algunos órganos, como el hígado, el bazo y los ganglios linfáticos.
4. Sarcoma
El sarcoma es una neoplasia que ataca los tejidos de los huesos y músculos. Muchas veces transcurre de forma asintomática hasta que ha crecido suficiente para atacar los tejidos. Entonces comienza la inflamación, hipersensibilidad y dolor en la zona afectada. Si el sarcoma es uterino, la mujer experimentará también sangrado vaginal.
Desde IOCir, esperamos que este post haya resuelto tus dudas sobre qué es neoplasia. Si necesitas realizar cualquier consulta, nuestros médicos en Huelva estarán encantados de ayudarte. No dudes en contactar con nosotros.