El término “corte de digestión” es una forma popular de denominar al síndrome de hidrocución por shock termodiferencial, una reacción del cuerpo al someterse a un cambio brusco de temperatura.
En épocas de verano es muy común decirle a los niños después de comer que tienen que esperar dos horas para nadar en la piscina o en el mar porque primero tienen que hacer la digestión. Pero ¿Qué tan cierto es esto y cómo manejarnos ante estas situaciones?
¿Por qué se produce el corte de digestión?
Luego de comer, el sistema digestivo se encuentra muy activo y el flujo sanguíneo se concentra en él. Cuando el cuerpo entra en contacto con bajas temperaturas de forma brusca, la sangre comienza a repartirse por otras zonas para contrarrestar la pérdida de calor y aparecen los síntomas del corte de digestión. Estos son: náuseas, mareos, vómitos, calambres, dolor de barriga, visión borrosa y en los peores casos, pérdida de conocimiento e incluso paro cardíaco.
Existen algunos factores que aumentan el riesgo de padecer el síndrome de hidrocución:
- Personas con patologías previas que dificulten la respiración como el asma.
- Inmersiones en agua con temperatura inferior a los 27º o de forma súbita.
- Ingesta previa de alcohol, drogas o comida muy abundante.
Cómo prevenir el corte de digestión
- Procurar no bañarse o nadar después de comer. El Ministerio de Sanidad recomienda esperar un mínimo de dos horas antes de entrar al agua. Es importante también mojar el cuerpo poco a poco para adaptarse al cambio de temperatura e ingresar al agua despacio.
- Evitar los cambios bruscos de temperatura, por sobre todo las personas mayores o con enfermedades cardiovasculares, ya que son más propensas a sufrir hidrocución.
- Evitar las comidas pesadas en días de playa o de mucho calor e incorporar frutas y verduras a la dieta.
- No sumergirse en el agua luego de haber estado al sol durante un largo tiempo, después de sufrir un traumatismo o de hacer ejercicio físico intenso.
¿Qué hacer en caso de ver a alguien sufriendo un corte de digestión?
- Sacar a la persona del agua de inmediato.
- Tumbarla, secarla y vestirla o taparla con una toalla para mantener su calor corporal.
- Elevar sus piernas
- Si aparecen vómitos o diarrea, rehidratar a la persona con agua o suero
- Reposar hasta que la tensión arterial se estabilice.
A su vez, también es importante prestar atención a niños y adolescentes ya que son los más propensos a sufrir esta condición, en especial los menores de 4 años y los jóvenes entre 15 y 25 años. Se recomienda acompañar a los niños en todo momento y nadar en zonas vigiladas y con medidas de seguridad.
Esperamos que este post te sea útil y que puedas disfrutar del verano con todas sus precauciones. Si necesitas ampliar esta información u otra relacionada con nuestra actividad, no lo dudes y envíanos un mensaje que te contestaremos en la mayor brevedad posible. Somos especialistas en cirugía general y del aparato digestivo, te brindaremos el asesoramiento adecuado personalizado. También puedes visitarnos en nuestras instalaciones situadas en el Hospital Costa de la Luz en Huelva.
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