Un nódulo tiroideo es un abultamiento que se produce en la glándula tiroides. Puede ser único, pero muy frecuentemente se presenta en forma múltiple, formando lo que se conoce como bocio multinodular.
En ocasiones, los nódulos tiroideos presentan líquido en su interior. Cuando esto sucede se denominan quistes. En otros supuestos la estructura del nódulo tiroideo está formada por tejido celular, entonces se denominan de estructura sólida. Por último, puede darse también la circunstancia de que estén formados por una estructura mixta (sólida y líquida).
La aparición de un nódulo tiroideo es un trastorno extremadamente común. A partir de los 60 años la probabilidad de padecerlos está por encima del 50%. Este porcentaje va aumentando conforme aumenta la edad.
Sintomatología del nódulo tiroideo
En la mayor parte de supuestos, el nódulo tiroideo no causa ningún tipo de síntoma.
Lo primero que se detecta suele ser un bulto en la zona anterior del cuello. Si el bulto crece en exceso, sí que puede comprimir estructuras cercanas (como el esófago, la tráquea o determinados nervios). Esto sí que podría producir algunos síntomas como dificultad al respirar, al tragar o ronquera.
Si el nódulo es hiperfuncionante, sí que puede causar trastornos de tipo metabólico, como el hipertiroidismo. En este caso el paciente podría presentar síntomas como cansancio y falta de concentración, caída de cabello, aumento del apetito o temblor de manos, entre otros.
Causas de aparición del nódulo tiroideo
En la mayor parte de ocasiones, se desconoce la causa de aparición de los nódulos tiroideos. Sin embargo, vamos a enumerar 5 posibles causas de formación:
- Componente genético. Es el agente de formación de nódulos más común.
- Hemorragia focal. Este tipo de hemorragia puede dar lugar a la formación de un nódulo.
- Producción de material coloide. Cuando se produce este material en exceso.
- Tiroides autoinmune. Es un trastorno que puede formar nódulos tiroideos.
- Cáncer de tiroides. Aunque no hay que alarmarse, ya que esto es sólo en un 10% de los casos.
Pronóstico
Si bien la mayor parte de nódulos tiroideos mantienen un comportamiento estable, es aconsejable tenerlos vigilados. Para ello aconsejamos realizarse revisiones periódicas. De esta forma se pueden diagnosticar a tiempo posibles cambios de tamaño o estructura.
Si el nódulo tiroideo crece muy rápidamente, aumenta su dureza o aparecen ganglios, podrían ser síntomas de malignidad. Es necesario diagnosticar esto lo antes posible y realizar un seguimiento y el tratamiento correspondiente.
El pronóstico de los nódulos malignos dependerá de su tamaño, del tipo de carcinoma y de si existe metástasis.
Tratamiento del nódulo tiroideo:
Para diagnosticar la incidencia del nódulo tiroideo en la salud del paciente se realiza una citología. Si el resultado es benigno y el bulto es de tamaño inferior a 4 cms, será suficiente con que el paciente se revise periódicamente. En estos controles se le realizarán diferentes exámenes y ecografías.
Puede darse el caso que el nódulo, aun siendo benigno, sea superior a 4 cms. En estos casos, será el personal médico quien determinará si aconseja la cirugía. También cuando el nódulo es hiperfuncionante se puede optar por la intervención quirúrgica, aunque sea benigno.
Si necesitas más información sobre el tratamiento o la operación del nódulo tiroideo en Huelva, no dudes en consultarnos. En IOCir te informaremos sobre las diferentes posibilidades terapéuticas o quirúrgicas.