Es común que los cirujanos atiendan muchos casos de hernias en los niños, sobre todo cuando se trata de hernias umbilicales e inguinales, dos de las que más padecen. Los niños prematuros son los más propensos a nacer con las hernias en su cuerpo. En el post de hoy te aclaramos cuáles son las hernias más comunes en los niños.
Las hernias en los niños
Una hernia es una protuberancia que sobresale por alguna parte débil del cuerpo, pero que no debería estar allí. Ésta se puede sentir como un bulto endurecido en la zona que se encuentre.
Una de las más comunes es la hernia umbilical, la que se encuentra en el ombligo. Se genera debido a que algunos bebés ya tienen parte de los tejidos y músculos del abdomen un poco débiles y esto hace que el bulto tenga una manera fácil de salir.
La hernia umbilical se puede notar fácilmente cuando el niño llora o hace algún esfuerzo. Los padres deben examinar el abdomen de su bebé para descartar los casos.
El otro caso más común de hernias en los niños es la inguinal, ésta se manifiesta cuando una parte del intestino o, en el caso de las niñas, una porción del ovario o trompas de Falopio, sobresale a través de la zona de la ingle. Son comunes cuando, durante la formación del feto, la pared abdominal no terminó de desarrollarse.
Sin alarmas
La aparición de una hernia umbilical o inguinal en los niños pequeños o recién nacidos no debe ser una alarma de gran preocupación para los padres, en vista de que el médico podría eliminarla con una simple manipulación. Sólo en caso de ser una protuberancia muy grande o de que el niño presente síntomas como: vómitos, fiebre, dolor, entre otros; será necesaria una cirugía.
Es recomendable vigilar la evolución de la hernia para evitar complicaciones y acudir lo más pronto posible al médico especialista.
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