Una de las especialidades en cirugía de IOCir- Instituto Onubense de Cirugía en el Hospital de la Luz, Huelva, es la cirugía de la obesidad mórbida (bypass gástrico) y del sistema metabólico.
Qué es el bypass gástrico
Una de las intervenciones para solucionar una obesidad mórbida es el bypass gástrico por laparoscopia.
El bypass gástrico es una técnica muy extendida en muchos países, sobre todo en EEUU, donde los casos de obesidad mórbida están a la orden del día.
La popularidad de esta técnica quirúrgica se debe a que es mínimamente invasiva (se realiza por laparoscopia), tiene un escasa tasa de morbimortalidad y el paciente consigue una buena calidad de vida tras la operación.
Esta técnica consiste en reducir dos elementos clave:
Como decimos, el estómago se achica dejando solamente una pequeña parte, que continua conectada a la parte media del intestino delgado, de esta forma, los alimentos ingeridos pasan a esta pequeña porción del estómago y no al resto del mismo ni del duodeno.
¿Qué soluciona el byapass gástrico?
El bypass consigue solucionar el problema de la obesidad gracias a estos factores:
- Se reduce la asimilación de alimentos ingeridos
- Sensación de estar saciados con menos cantidad de alimento (al ser el estómago más pequeño, este se llena antes)
- Y disminuye la producción de insulina por el páncreas.
Lo positivo de esta técnica es que el estómago se reduce, pero no se extrae de manera que los jugos gástricos siguen ayudando con la digestión. Lo mismo pasa con el duodeno, que se mantiene en el paciente conectado a la parte media del intestino delgado.
Operación de bypass gástrico
El bypass gástrico se puede llevar a cabo por laparotomía o por laparoscopia. Como comentábamos al inicio del post, la vía por laparoscopia es la más utilizada, ya que permite que el paciente se recupere antes, requiere de una estancia en el hospital más corta y reduce las complicaciones con las heridas ocasionadas por la intervención.
Postoperatorio
Tras la operación, la pérdida de peso es variable y será gradual desde los 6 meses hasta un año después. Un elemento indispensable para que la reducción de peso sea un éxito es el comportamiento del paciente con respecto a la dieta que debe seguir y el ejercicio recomendado. Después de la importante pérdida de peso inicial que puede ser del 50 al 75%, este tiende a estabilizarse. Someterse a una intervención como esta no asegura que el paciente no vuelva a ganar peso. Por eso recalcamos la importancia de mantener una dieta equilibrada y un consumo controlado de alimentos, siempre acompañado de ejercicio.
Os invitamos a que leáis más sobre obesidad y también en especial nuestro post sobre sobre obesidad mórbida para ahondar en esta afección, sus consecuencias y técnicas quirúrgicas.