El balón intragástrico, también denominado balón gástrico, es un tratamiento que se aplica para combatir el sobrepeso. Se realiza sin cirugía, mediante la colocación de un balón en el estómago a través de una endoscopia. Desde IOCir, tu clínica de cirujanos en Huelva, te vamos a explicar la colocación, el funcionamiento y las ventajas del balón intragástrico.
Colocación del balón intragástrico
El balón intragástrico es un tratamiento que no requiere cirugía para su aplicación. Es la colocación de un balón, mediante una técnica denominada endoscopia. Ésta consiste en la introducción de un tubito a través de la boca.
Es éste un proceso que no requiere de incisión ninguna y que no deja cicatriz alguna visible. Se realiza en un tiempo breve que puede estar comprendido entre 20 y 60 minutos. Es una intervención que puede ser ambulatoria, es decir, que no requiere de ingreso hospitalario. Respecto a la anestesia, es suficiente con la sedación, pero según el caso, podría ser aconsejable la anestesia total.
El procedimiento consiste en introducir a través de la boca un tubo que transporta un globo de silicona. Este globo se deposita en el estómago y después se rellena con un suero para darle un volumen preestablecido según las necesidades de la persona.
El personal médico determinará si el paciente puede irse a su casa o si es aconsejable su ingreso hospitalario. El ingreso permite hacer un seguimiento de la adaptación del cuerpo del paciente al balón gástrico.
Funcionamiento del balón intragástrico
Una vez que el balón intragástrico está en el estómago, por su volumen, será imposible que pase hacia el intestino. De este modo, se quedará flotando en el interior del estómago, reduciendo su capacidad de albergar alimentos. Todo esto conlleva una sensación de saciedad muy rápida, que irá disminuyendo el apetito. Debido a esta disminución de la sensación de hambre, será importante vigilar que la aportación de nutrientes sea equilibrada y suficiente.
Existen tres etapas tras la colocación del balón intragástrico en el estómago del paciente:
- Etapa de adaptación. El estómago entiende que el balón es un cuerpo extraño, por lo que lo va a tratar de expulsar por todos los medios. Por tanto, el paciente experimentará náuseas y vómitos inevitablemente durante los primeros días (únicamente 2 o 3).
- Etapa de pérdida de peso. Se produce una veloz disminución del peso del paciente, durante un tiempo que puede ser entre 6 y 8 meses. Hay que recordar que la obesidad es un trastorno que se da por muchas causas diferentes. Es por ello que el tratamiento debe realizarse siempre desde una práctica multidisciplinar. En relación a esto, será necesario acompañar esta etapa con la práctica habitual de ejercicios. También la alimentación debe ser especial, siempre hay que seguir una dieta hipocalórica. Ésta consistirá en alimentos en forma líquida al principio, e irá aumentando la solidez gradualmente, hasta llegar a la normalidad. Por último, durante esta fase es importante completar con una reeducación alimentaria. Así el paciente adaptará sus hábitos a la alimentación saludable.
- Etapa de mantenimiento. El balón gástrico se extrae del cuerpo del paciente. Éste tendrá que mantener los hábitos alimenticios y deportivos de la fase previa, para no recuperar el peso perdido.
Ventajas del balón intragástrico
El balón intragástrico tiene diferentes ventajas en relación a otras soluciones contra el sobrepeso. Algunas de estas ventajas serían:
- Solución poco invasiva: sin cirugía, sin incisiones ni cicatrices.
- Intervención muy rápida y ambulatoria
- Tratamiento poco riesgoso
- Postratamiento poco doloroso
- Reversibilidad: el balón intragástrico se retira tras 6 u 8 meses de uso
Esta es toda la información general que podemos ofrecerte sobre el balón intragástrico. Si necesitas más información o realizarte un estudio de viabilidad, no dudes en contactarnos. Nuestro equipo de cirujanos en Huelva se ocupará de resolver todas tus dudas y aconsejarte el mejor tratamiento en tu caso.